Por ejemplo, la rotura de ligamiento cruzado anterior es especialmente frecuente en perros de raza medianos o grandes, o las luxaciones de rótula son habituales en perros de raza pequeños.
La luxación de rótula normalmente aparece a raíz de un problema congénito que afecta al fémur, la rodilla y la tibia. Mientras que la rotura del ligamiento cruzado anterior es traumática, y se debe al desgaste y a los movimientos bruscos en la zona.
Uno de los síntomas visibles que manifestará nuestro amiguito, será una cojera llamativa. Si no ponemos solución a tiempo, en manos de un equipo altamente profesionalizado que acierte con el diagnóstico y lleve a cabo la cirugía con total precisión, todo ello puede derivar en artrosis y otros serios problemas degenerativos.
De ahí que te animemos a que no pierdas ni un segundo en revisar, una vez al año, la salud general de tu mejor amigo.